Los smartphones se han transformado en nuestros aliados más valiosos a la hora de encarar el día a día. Algunas personas siguen llamándolos «teléfonos móviles», pero, en realidad, son mucho más que eso. Los utilizamos para hablar, por supuesto, pero también para comunicarnos mediante mensajería instantánea, acceder a nuestro correo electrónico, navegar en Internet, jugar, escuchar música, reproducir vídeos, tomar fotografías, guiarnos, etc. Sus posibilidades son, literalmente, infinitas, y solo están limitadas por la imaginación de los desarrolladores de aplicaciones.
Conscientes del potencial como herramienta de mercadotecnia de los smartphones, buena parte de los empresarios y los directores de marketing se han percatado de que representan un medio muy eficaz para llegar a los consumidores. Cada vez más empresas están presentes no ya en Internet con una página web más o menos elaborada, sino también en las tiendas de aplicaciones de Apple, Google o Microsoft con apps diseñadas para exponer sus productos a los propietarios de los smartphones y las tabletas. Ningún sector empresarial escapa a esta tendencia. Y, por supuesto, la hostelería tampoco.
Las cifras hablan por sí mismas:
Durante los últimos tres años, los usuarios de dispositivos equipados con iOS y Android hemos descargado cerca de veinte mil millones de apps, según los datos que han dado a conocer Apple y Google. Además, un informe publicado por Gartner revela que, por primera vez, durante el segundo trimestre de este año se han vendido en el mundo más smartphones que teléfonos móviles convencionales. En el año que ha transcurrido entre el segundo trimestre de 2012 y el de 2013 se han comercializado según esta consultora nada menos que 225 millones de smartphones, mientras que la cifra de teléfonos móviles convencionales asciende a 210 millones de unidades, lo que representa una caída en este mercado del 21%. Estos datos resultan aún más meritorios si tenemos en cuenta que los smartphones son sensiblemente más caros que los teléfonos móviles tradicionales.
Las cifras que acabamos de repasar ilustran con una claridad meridiana la buena salud del mercado de los smartphones. Pero, cambiemos ahora nuestro punto de vista para ceñirnos a la importancia que tienen los medios de promoción social a través de Internet para los empresarios del sector de la hostelería. Un estudio elaborado por la publicación estadounidense Hospitality Technology revela que el 89% de los restaurantes de todo el planeta cuenta, con algún tipo de promoción en Internet, mientras que solo el 47% sigue confiando, además, en los programas de fidelización tradicionales. Este mismo sondeo defiende también que un 34% apuesta por la utilización de códigos QR, y el 27% recurre a los servicios de marketing que emplean el geoposicionamiento facilitado por nuestros smartphones.
Podríamos seguir aportando cifras, pero la conclusión a la que llegaríamos, en cualquier caso, es incontestable: a los consumidores nos encantan los smartphones. El mercado de estos dispositivos no deja de crecer, cada vez descargamos más apps y nuestra confianza en estos ingenios se incrementa sin descanso. Y, ciñéndonos al sector que nos ocupa, los datos demuestran que los profesionales de la hostelería son cada vez más conscientes de la importancia de estos dispositivos para llegar a un público cuyo nivel de exigencia no deja de incrementarse. Pero esta es solo una de las razones por las que cualquier restaurante que quiera ser competitivo necesita una app a su medida.
Las páginas web ya no bastan: es necesaria una App.
Navegar por Internet con un smartphone puede ser una experiencia gratificante, pero también muy tediosa, e, incluso, exasperante, si nos vemos obligados a lidiar con páginas web que no están preparadas para ser visualizadas en estos dispositivos. Si, además, albergan contenidos en formato Flash, muchos usuarios huirán despavoridos ante los problemas que tienen los navegadores móviles para reproducirlos. Una posible solución consiste en adaptar la página web de nuestro restaurante para que se pueda ver correctamente en la pantalla de un smartphone o una tableta. Pero, sin duda, disponer de una app propia es una opción aún más interesante. De hecho, esta es la alternativa por la que se han decantado algunas grandes cadenas de hostelería con presencia en España, como McDonald’s (iOS y android), Foster’s Hollywood (iOS y android) o Rodilla (iOS y android), entre muchas otras.
La capacidad de fidelización de las apps es perfectamente comparable a la de una tarjeta de socio, sobre todo, si, además, contemplamos algún programa de incentivos o descuentos derivados de la acumulación de puntos. Además, estas aplicaciones abren una vía de comunicación directa entre el restaurante y los clientes, a los que es posible informar acerca de promociones, descuentos, de la celebración de eventos especiales, etc., de una forma mucho más eficaz que mediante la publicidad tradicional.
Pero esto no es todo. Los clientes pueden utilizar la app instalada en su smartphone para reservar mesa de una forma muy práctica y sencilla, o consultar la dirección del restaurante si fuese necesario. No debemos olvidar que todo aquel consumidor que tenga la app implantada en su smartphone no es un cliente en potencia, sino un cliente «efectivo» que ha decidido instalar expresamente la herramienta en su terminal porque le interesa aquello que podamos hacerle llegar, y, cómo no, también porque piensa volver a nuestro establecimiento.
Una app bien diseñada, además, debe facilitar la creación de un vínculo con las redes sociales en las que participan los clientes. De esta forma, un consumidor satisfecho probablemente recurrirá a Twitter, Facebook o cualquier otra red social para compartir con sus contactos una recomendación o una crítica positiva, que, por supuesto, puede resultar muy eficaz para atraer a nuevos clientes. Y aún no hemos reparado en otra opción también muy apetecible que la tecnología pone ante nosotros y que puede ser integrada sin dificultad en una app: el geoposicionamiento mediante el GPS.
Buena parte de los smartphones que se comercializan actualmente incorpora un módulo GPS que suele utilizarse en las aplicaciones de guiado, pero la app de un restaurante lo puede emplear para determinar cuándo un posible cliente está geográficamente cerca del local. En ese caso, es posible hacerle llegar a través de la app una invitación o una notificación promocional, que, quizás, no pueda rechazar. Al fin y al cabo, cabe la posibilidad de que se encuentre a la vuelta de la esquina. Eso sí, todas las ventajas que hemos descrito solo serán eficaces si damos a nuestra aplicación la visibilidad necesaria para que nuestros clientes la instalen en su smartphone. Y, en esta tesitura, la publicidad en el interior y el exterior del local, y, cómo no, el «boca a boca», pueden resultar muy valiosos para darla a conocer.
Fuente: http://mobileworldcapital.com/es/285/
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