Como ya hemos ido comentado en los últimos post los móviles les están ganando el terreno a los ordenadores a la hora de conectarnos a Internet. Como empresa seguro que deseas que tus clientes no solo te encuentren en Internet, sino que además queden satisfechos. Pero, ¿cuál es el camino correcto?¿Una App móvil o una web responsive?
Desarrollar una app móvil puede ser la solución, ya que la competencia en el mercado actual es voraz y el no formar parte de ella puede llevarte al fracaso. Aunque no debemos de olvidarnos de las desventajas que puede traernos, empezando por la inversión económica que suponen este tipo de proyectos y añadiendo que para que nuestra aplicación tenga el éxito esperado debemos desarrollarla al menos para las dos plataformas principales, iOS y Android.
Lo que debemos hacer es empezar analizando como es nuestra empresa y cuál es su público, ya que el número de usuarios que compran desde dispositivos móviles aún es pequeño, se tiende a estar sentado frente a un ordenador para realizar estas gestiones. Esto es lo que nos lleva a plantearnos la otra opción, crear una web responsiva que se adapte a cualquier dispositivo, desde móviles hasta ordenadores. Lo que, puede evitar que perdamos el tráfico que hasta ahora hallamos conseguido y hacer que poco a poco los usuarios se acostumbren a esta nueva forma de negocio a través del móvil.
Como conclusión podemos decir que, en los casos en los que no tengamos argumentos claros que justifiquen un desarrollo móvil justificado para acometer el desarrollo de una app, resulta muy interesante contar con una web de diseño adaptable.
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